Hace unos días comenzó una nueva aventura viajera, ya que tuvimos la oportunidad de conocer dos de los pueblos mágicos que tiene el estado de Puebla, Zacatlán y Chignahuapan aunque este último solo estuvimos por unas cuantas horas, pero he de decir que lo que puede ver me gusto y en lo personal voy a regresar.
El viernes 16 de septiembre, tomamos camino rumbo a Puebla para posteriormente transportarnos en otro autobús el cual nos llevaría a Zacatlán, cuando llegamos un clima fresco nos dio la bienvenida y es que al estar adentrado en las montañas el clima suele ser cambiante.
Al llegar decidimos caminar desde la terminal de autobuses al centro, pudimos observar la calidez de su gente, algo que realmente me impresiono fue la cultura vial que tienen y es los automovilistas se detienen para dar paso al peatón y en el cruce de calles respetan el uno por uno, cosa que es muy raro en algunos lugares, por ello brindo un aplaudo a los habitantes de Zacatlán. Después de unas cuantas horas de viaje y estar sentados, pero eso sí disfrutando de los paisajes, el hambre se hacia presa de nosotros y lo primero que hicimos al llegar al centro fue ir a comer a un pequeño restaurante, déjenme poner mi queja ya que el servicio no estuvo bien, pero bueno puede "satisfacer" mi hambre, después de tener "la barriga llena y el corazón contento", fuimos a nuestro hotel Posada Don Ramón ubicado a unas cuadras del centro y de varios atractivos que tiene este bello lugar, dejamos nuestra maletas y emprendimos nuestro camino para dar inicio a nuestra aventura y conocer este mágico lugar.
¡Zacatlán!
Lo primero que pudimos observar es su parroquia, la cual fue construida en el siglo XVIII
La impresionante arquitectura del Templo Franciscano es algo que te deja sin palabras, pues dentro de la iglesia se encuentran arcos, cosa curiosa, ya que normalmente los arcos los podemos observar fuera de las edificaciones.
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A la entrada al templo se puede observar una Pila Bautismal |
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En sus paredes fueron encontradas pinturas, las cuales aun se conservan |
Algo característico de Zacattán es su reloj de flores el cual se encuentra en el parque y es punto importante de todos los turistas para tomarse la foto del recuerdo, cosa que no dudamos en hacer.
Este reloj y los demás que se encuentran en Zacatlán fueron elaborados por el Sr. Alberto Olvera Hernández y cuya marca es Centenario, cabe mencionar que también hay un museo donde se pueden apreciar relojes de toda clase y además que se le considera como la primera fábrica de relojes monumentales de América Latina.
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Máquina |
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Colecciones y donaciones para el museo |
PAISAJES
Cada lugar por que el que caminábamos nos ofrecía un paisaje espectacular y lo fue más cuando llegamos a la barranca de “Los Jilgueros” y es que al igual que el reloj de flores este lugar se ha convertido en visita importante para los turista, debido a la vista que se tiene de las montañas y sobre todo que se puede apreciar una cascada. Es un lugar que no puedes dejar de visitar ya que te permite reflexionar, pensar, imaginar, crear y sobre todo vivir.
Otro lugar pintoresco es el Mural Paseo de la Barranca, el cual esta elaborado con trozos de mosaico de diverso colores y vidrio reciclados, este mural alcanza una longitud de 96 metros y se despliega sobre una de las bardas del panteón municipal, en la siguiente imagen puedes apreciar las manzanas algo característico de este pueblo mágico por ello recibe el nombre de Zacatlán de las Manzanas.
Podemos apreciar diferentes figuras elaboradas por grandes artistas, aquí les dejo unas fotos.
Lo divertido:
1.- Mirar a lo lejos muchos árboles, querer ir a ese lugar, caminar y subir por las calles empedradas llegar hacia la carretera y descubrir que aquel lugar era el que da servicio de agua al lugar. Pero pudimos apreciar la vista de Zacatlán sentados en los escalones de una pequeña capilla.
2. Buscar la fábrica de sidras San Rafael, "no encontrarla" y pensar que nos equivocamos de ruta, para que a nuestro regreso y tomar una foto a una casa, la pudiésemos encontrar, es decir ya habíamos pasado por ahí, pero lo mejor es que pudimos disfrutar de las sidras, el refresco y los licores, como buenos catadores y claro esta hacer nuestra respectiva compra.
Los viajes son vivencias, son aventuras que forman parte de nuestra historia y de las cuales podemos generar grandes recuerdos. En una próxima entrada continuare platicando de este viaje por los pueblos mágicos de Puebla.
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